Monólogo interior
En dramaturgia, el monólogo, soliloquio, o escena
unipersonal es el género dramático en el que un personaje reflexiona en voz
alta expresando sus pensamientos, ideas y emociones al público. Sirve para
caracterizar a los personajes y por tanto posee un gran valor psicológico, al
ser una herramienta de introspección. En ese sentido, son famosos los monólogos
de las obras de Shakespeare, como en Hamlet. El monólogo puede encubrir un
diálogo que efectúa un personaje consigo mismo o con un ser inanimado o desprovisto
de razón: una mascota, un cuadro, etc. De esa forma el personaje proyecta sus
emociones fuera de sí. El monólogo, en el teatro del Siglo de Oro español,
solía encomendarse a los sonetos o a las décimas y así, en comedias donde
existe un gran juego de caracteres, aparecen muchos sonetos, ej. El perro del
hortelano de Lope de Vega. El monólogo es un recurso utilizado en todos los
géneros literarios: pueden encontrarse monólogos tanto en el cuento como en el
periódico o en la discusión
Autobiografía

La autobiografía está íntimamente
relacionada con otros géneros vecinos, como la biografía, las memorias, el
diario íntimo, entre otros, de los que, sin embargo, es posible distinguirla en
base a determinados rasgos:
De la biografía se diferencia por la
identidad entre el narrador y el protagonista del relato, que no se da en la
primera.
De las memorias se distingue por poner
el acento en la vida íntima del narrador, en el desarrollo de su personalidad.
Las memorias se caracterizan por centrarse más bien en los hechos externos de
la vida.
Del diario íntimo o del epistolario la
diferencia el hecho de tratarse de un relato retrospectiva, construido a partir
de la memoria del autor, con un lapso de tiempo importante entre el tiempo de
la escritura y el de los hechos narrados, mientras que en el diario o la carta
la escritura es paralela a los hechos.
Enfoque narrativo múltiple
El enfoque narrativo múltiple o la perspectiva múltiple se
da cuando dos o más personajes se refieren a los mismos hechos, pero desde
distintos puntos de vista, interpretándolos de distinta manera, combinando
varios de los tipos de relación que tiene el narrador directamente con el
relato y el recurso literario y expresivo utilizado para contar la historia. Un
buen ejemplo es la novela Rosaura a las diez de Marco Denevi.4 El narrador
heterodiegético o extradiegético cuenta la historia externamente, sin tener
nada que ver con los hechos relatados. El narrador intradiegético, que cumple
únicamente con la función de narrar, lo podemos identificar a través de marcas
dentro de la historia. Encontramos también al narrador homodiegético,cuentan la
historia desde su participación en ella, dentro de este tipo de narrador
podemos encontrar una subclasificación como narrador protagonista
(autodiegético), quien es el que cuenta su experiencia directamente; y el
narrador testigo (metadiegético) que pertenece al mundo del relato, pero cuenta
la historia como alguien que la ha vivido desde fuera.
Ruptura del tiempo

Desde el instante en el que, por el movimiento de las
fuerzas que tienden a la ruptura, la revolución se manifiesta como posible, de
una posibilidad no abstracta, sino histórica y concreta mente determinada, desde
ese instante, la revolución ha tenido lugar. El único modo de presencia de la
revolución es su posibilidad real. Entonces, hay interrupción, suspensión. En
esa interrupción, la sociedad se deshace de parte a parte. La ley se desploma.
La transgresión se produce: es, por un instante, la inocencia; la historia
interrumpida.
Walter Benjamin: «El deseo consciente de romper la
continuidad de la historia pertenece a las clases revolucionarias en el momento
de la acción. Es una consciencia semejante la que se afirma en la revolución de
julio. En la velada del primer día de lucha, simultáneamente aunque por
iniciativas independientes, en diversos lugares se abrió fuego contra los
relojes de París».
Desaparición del argumento y del héroe.
La novela tradicional dad importancia al argumento.
La novela del siglo XX no tiene argumento o es difícil
encontrarlo.
Héroe
En la novela tradicional el héroe era la figura importante
acciones relevantes. La novela del siglo XX el héroe casi desaparece acciones y
no son relevantes porque el esta centrado en sus propios problemas.
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